Jesús, hombre de historia

martes, 8 de diciembre de 2009
Fuentes cristianas para la historicidad de Jesús.

- 27 diferentes documentos del Nuevo Testamento. ¿Qué es lo que conoce entonces un historiador respecto de Jesucristo? lo primero y más importante que conoce es que puede confiar en que los documentos del Nuevo Testamento pueden proporcionar un buen cuadro de él. Y sabe que este cuadro no puede ser rechazado por razonamientos, por esfuerzo mental, por presuposicionalismo filosófico, o por medio de maniobras literarias. (John Montgomery "Historia y Cristianismo" Varsity Press).
- Padres de la Iglesia: Policarpo, Eusebio, Ireneo, Justino, Orígenes, etc.

Fuentes no Bíblicas para la Historicidad de Jesús.

- Cornelio Tácito (52-54 d.C). Fue un historiador romano, en el año 112 d.C., gobernador de Asia, yerno de Julio Agrícola que fué gobernador de Bretaña entre los años 80 - 84 d.C. Al escribir del reinado de Nerón, Tácito alude a la muerte de Cristo y a la existencia de los cristianos en Roma: "Pero nada del alivio que pudiera del hombre, ninguno de los dones que pudiera impartir el príncipe, ni los muchos sacrificios expiatorios que pudieran se presentados a los dioses, podrían haber tenido valor para disculpar a Nerón de la infamia que significaba el que se le creyera ser el que había ordenado la conflagración, el incendio de Roma. Por tanto, para suprimir el rumor, él cargó falsamente a las personas comúnmente llamadas cristianos con la culpa, y los castigó con las más refinadas torturas, atrayendo sobre ellos el aborrecimiento de todos por sus iniquidades. Cristo, el fundador del nombre, fue ajusticiado por Poncio Pilato, procurador de Judea en el reino de Tiberio: pero la superstición perniciosa, reprimida por un tiempo, volvió a hacer irrupción, no solamente a través de Judea, donde tuvo su origen este error, sino también por toda la ciudad de Roma" Anales XV 44.

- Luciano. El satírico del siglo segundo, habló con desdén de Cristo y de los cristianos. Él los vinculó con las sinagogas de Palestina y aludió a Cristo de este modo: "...el hombre que fué crucificado en Palestina por haber introducido este nuevo culto en el mundo...Aun más, el primer legislador que ellos tuvieron les persuadió de que todos ellos eran hermanos unos de otros, después de haber transgredido de una vez por todas negando los dioses griegos y adorando a aquel sofista crucificado y viviendo bajo sus leyes" El Paso Peregruis.

- Flavio Josefo. En torno a este famoso historiador, existe una controversia especial por un texto suyo en el que reconoce a Jesús como el Mesías prometido a los hombre. Esto es poco menos que imposible, debido a que Josefo era judío fariseo, de los que no creían en Jesús como Cristo. No obstante existen otros 2 textos suyos en los que reconoce la existencia de un Jesús que se hace llamar Cristo. En el manuscrito árabe titulado "Kitab Al-Unwan Al-Mukalla Bi-Haqaq Al-Marifa" se encuentra el siguiente pasaje de Josefo: "Por este tiempo, había un hombre sabio llamado Jesús. Y su conducta era buena, y era reconocido por su virtud. Y mucha gente de entre los judíos y de las demás naciones se hicieron sus discípulos. Pilato le condenó a ser crucificado y a morir. Los que habían llegado a ser sus discípulos no abandonaron su discipulado. Ellos informaron que se les apareció tres días después de su crucifixión y que estaba vivo; según esto, él era posiblemente el Mesías acerca de quien los profetas habían relatado maravillas".
También hallamos en Josefo una referencia a Santiago "el hermano de Jesús", en "Antiguedades" XX 9:1.

- Suetonio. (120 d.C) Otro historiador romano, oficial de la corte en tiempo de Adriano, escritor de los anales de la Casa Imperial, dice : "Como los judíos estaban provocando continuos disturbios bajo la instigación de Chrestus (otra manera de escribir Cristo), los expulsó de Roma". Vida de Claudio 25.4.
También escribió: "El castigo ordenador por Nerón recayó sobre los cristianos, una clase de hombres entregados a una superstición nueva y perjudicial" Vida de los Césares, 26.2

- Plinio Segundo (Plinio el menor). Gobernador de Bitinia en Asia Menor (112 d.C), escribió al emperador Trajano, pidiéndole consejo respecto de cómo tratar a los cristianos. Explicó que había estado matando hombres, mujeres, niños y niñas. Eran tantos los que sufrían la muerte que él se preguntaba si debería continuar matando a todo el que se revelase como cristiano, o si debería matar solamente a algunos. Explicó que había hecho que los cristianos se inclinasen ante las estatuas de Trajano. Prosigue contando que también "los hizo maldecir a Cristo, algo a lo cual no puede inducirse a ningún verdadero cristiano". Continúa diciendo acerca de los cristianos enjuiciados que "Afirmaban, sin embargo, que toda su culpa, o error, consistía en que tenían el hábito de reunirse en cierto día fijo antes de que amaneciera, y que allí cantaban en versos alternados un himno a Cristo como a un Dios, y que se sometían a un juramento solemne, y no a hechos malvados de ninguna clase, sino mas bien a nunca cometer fraude, robo, adulterio, a nunca falsear su palabra, ni a negar algo que se les hubiera confiado cuando fueran llamados a dar cuenta de ello" Epístolas X. 96.

- Talo, el historiador samaritano. Uno de los primero escritores gentiles que menciona a Cristo es Talo, quien escribió al rededor del año 52 d.C. Sin embargo, sus escritos han desaparecido y tenemos conocimiento de ellos únicamente a través de fragmentos citados por otros escritores. Uno de los tales es Julio Africano, un escritor cristiano alrededor del año 221 d.C. Julio Africano nos escribe de que en el tercer libro de las historias de Talo explica una oscuridad como un eclipse de sol, sin razón alguno, según le parecía.

- Carta de Mara Bar-Serapio. Esta carta conservada en el Museo Británico fue escrita un tiempo luego del 73 d.C, por tanto, luego de la caída de Jerusalen (70 d.C), aun no se sabe con exactitud cuanto tiempo después. Esta carta fue enviada por un sirio llamado Mara Bar-Serapio a su hijo Serapio. Mara estaba en prisión en aquel tiempo, pero escribió a su hijo para alentarlo en la búsqueda de la sabiduría. Le escribe como aquellos que persiguieron a los sabios (Sócrates, Pitágoras y Cristo) fueron cogidos por la desventura: "¿Qué ventaja obtuvieron los atenienses con la muerte de Sócrates? hambruna y plaga vinieron sobre ellos como juicio por su crimen. ¿Qué ventaja obtuvieron los hombres de Samos al quemar a Pitágoras? en un momento su tierra se vió cubierta de arena. ¿Qué ventaja obtuvieron los judío al ejecutar a su sabio Rey? fue precisamente después de eso que su reino fue abolido. Dios vengó con toda justicia a estos tres hombres sabios: los atenienses murieron de hambre, los de Samos fueron invadidos por el mar, los judíos, arruinador y expulsados de su tierra, viven en completa dispersión. Pero en lo concerniente al bien, Sócrates no murió, sino que sobrevivió en la enseñanza de Platón. Tampoco Pitágoras murió completamente, sino que sobrevivió en la estatua de Hera. Ni tampoco el sabio Rey murió en lo que respecta a su influencia para el bien; sobrevivió en la enseñanza que él había impartido"

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